¿Por qué no sopla el viento desde una zona de Alta Presión hacia una de Baja Presión?












Sería lo lógico. Si hay una zona en donde el aire está a mucha presión y otra en la que la presión es más baja, el aire debería precipitarse sin más demora hacia las bajas presiones en busca del equilibrio. Y así sería si la tierra no girara. De hecho es lo que el aire intenta hacer, pero debido al giro de la tierra se desvía debido a un efecto conocido como ‘fuerza de Coreolis’

Podemos hacernos una idea del efecto Coreolis suponiendo que estamos sobre un tiovivo en donde hay dos personas enfrentadas jugando a lanzarse una pelota. Uno lanza la pelota en línea recta hacia el otro, pero aunque esta describe una línea, cuando el receptor va a recogerla, el tiovivo ha girado y no la puede alcanzar. Visto desde el suelo del tiovivo, y debido al giro, parece como si la pelota estuviera sometida a una oscura fuerza ficticia que la obliga a desviarse de su trayectoria rectilínea. En la tierra ocurre lo mismo aunque el fenómeno es algo más complicado puesto que se trata de una esfera y no de un disco. El resultado es que el aire se desvía a la derecha en el hemisferio Norte y a la izquierda en el hemisferio Sur. El efecto dependerá de la velocidad a la se desplace y de la latitud a la que se encuentre siendo el efecto nulo en el ecuador y máximo en los polos.



El efecto es débil, pero si se le deja actuar durante varios miles de kilómetros acaba teniendo un resultado notable, al cual se suma también el rozamiento de la capa de aire con la superficie. Como resultado, el aire sopla según un ángulo de unos 30º respecto a las isobaras en tierra y 15º sobre el mar ya que la resistencia de la superficie del agua es menor que la de la tierra.



A grandes velocidades tiene una notoriedad más clara, y por ejemplo en un avión de línea volando en la latitud de España, y sin aplicar correcciones de rumbo durante una hora de vuelo, su desviación de la línea recta sería de unos 100 kilómetros. Insistimos en que verdaderamente el avión ha descrito una línea recta y es el giro de la tierra el que hace que esa línea no lo parezca y aparentemente exista una misteriosa fuerza desviadora conocida como fuerza de Coreolis (en honor a su descubridor Francés). Contrariamente a lo mucha gente piensa, cuando abrimos la bañera o el lavabo para vaciarlo, el giro del agua del desagüe NO se debe a Coreolis, y si se hace un buen numero de veces el experimente veremos como algunas veces gira a la derecha y otras veces a la izquierda. La fuerza de Coreolis es demasiado débil para actuar en este caso, y el giro dependerá de las condiciones casuales iniciales o de alguna forma concreta del desagüe que obliga hidrodinámicamente a generar el giro en una determinada dirección.

Fuente: Fondear

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