¿Por qué se oye el mar en una caracola?







Lo que oímos no es sino el fluir de nuestra propia sangre en la cabeza. Cuando nos aplicamos a la oreja una caracola, el sonido de la sangre al circular por los finos vasos de nuestro sistema auditivo se amplifica de tal modo que provoca en el interior de la concha un potente efecto de altavoz.

Extraído del libro: Fisiquotidianía de Cayetano Gutiérrez Pérez (Licenciado en Ciencias Químicas y Catedrático de Física y Química) con expresa autorización del autor.

La presentación en Barcelona del libro FisiQuotidianía sera realizada por Alfred (autor del blog “Ya está el listo que todo lo sabe”) y Cayetano Gutiérrez Pérez, autor del libro y Licenciado en Ciencias Químicas y Catedrático de Física y Química.
Dicha presentación tendrá lugar el próximo sábado 29 de Septiembre a las 19 horas en la Fnac de Diagonal Mar de Barcelona

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Las ballenas también mueren por descompresión










Hasta los animales que habitan en el mar están expuestos a sufrir las descompresiones que provocan la muerte de cientos de buceadores en el mundo.
Esa es la conclusión a la que llegaron un grupo de científicos estadounidenses, que hicieron el estudio en base a un análisis de esqueletos de ballenas.

La investigación arrojó que estos cetáceos presentaban los mismos síntomas que aparecen en los buceadores, debido a una drástica pérdida de presión por un ascenso rápido: los huesos y las articulaciones presentan poros.

Michael J. Moore y Greg A. Early, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, en Massachusetts, presentaron en la última edición de la revista científica “Science”, el resultado de la investigación, que refuta la opinión sostenida hasta ahora, de que las ballenas y otros animales marinos que realizan inmersiones están excluidos de los riesgos de un ascenso rápido en el agua.

Las erosiones descubiertas en 16 esqueletos permiten reconocer, según explican los científicos, que los “cachalotes no son ni anatómica ni fisiológicamente inmunes al efecto del buceo”.

Moore y Early temen que la influencia del hombre aumente el peligro para las ballenas y otros habitantes del mar. Por ejemplo, experimentos con radares marinos del Ejército estadounidense podrían causar un cambio en la conducta de inmersión natural de los animales, por lo que podrían ascender más rápido desde las profundidades.

Fuente: bajoelagua.com
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Enfisema Subcutáneo














¡¡¡ATENCIÓN!!! Una sobrepresión pulmonar puede provocar : un enfisema mediastínico, un enfisema subcutáneo, un neumotórax y un embolismo arterial gaseoso. Estos casos se pueden presentar aisladamente, una combinación de ellos o todos ellos al mismo tiempo. Así mismo hay que tener en cuenta que una súbita ascensión no solo puede provocar una sobrepresión pulmonar sino también un accidente de descompresión.

¿QUÉ ES UN ENFISEMA SUBCUTÁNEO?

Al igual que en el enfisema mediastínico, el exceso de aire contenido en los pulmones rompe los alveolos, el aire penetra entre el tejido pulmonar y las arterias, venas y/o bronquios, pero en este caso el aire se acumula en el cuello. En ciertos casos el aire también se deposita en los hombros.

¿QUE SÍNTOMAS TIENE?

Los síntomas aparecen inmediatamente y el más llamativo es el cambio de voz que se produce al acumularse el aire alrededor de la faringe. La voz suena como si nos tapáramos la nariz, no en vano otro de los síntomas es el de tener la sensación de nariz tapada.

El cuello puede estar ligeramente hinchado. Si tocamos el cuello notaremos el crepitar de las burbujas acumuladas bajo la piel.

¿ES GRAVE?

Aunque no se trata de algo grave, es conveniente llevar al buceador afectado a un hospital porque la misma sobrepresión pulmonar que le ha ocasionado el enfisema subcutáneo le podría haber producido un embolismo arterial gaseoso o un neumotorax.

¿QUÉ SECUELAS DEJA?

Afortunadamente, al igual que el enfisema mediastínico, el tiempo y el reposo hacen que el paciente se recupere totalmente, ya que las heridas cicatrizan y el aire acaba por ser absorbido por el cuerpo.

Fuente: Bucea
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Historia del Submarinismo 6 – Las tablas de Buceo


Las tablas de buceo se construyeron a partir de un proceso partiendo de la enfermedad de descompresión, la cual se convirtió en un problema importante en la industria de la construcción de puentes y en la minería. Los obreros de la construcción, sufrían la enfermedad de Bends (curvaturas) o enfermedad de la descompresión, si ascendían rápidamente después de estar mucho tiempo trabajando a presión.

El primero que intuyó los problemas de descompresión fue el ingeniero francés Triger, como consecuencia de los accidentes que se producían entre los obreros que trabajaban en los cajones neumáticos de cimentación de puentes, pero no llego a resolver el problema. Seria otro compatriota suyo, el fisiólogo Paul Bert (Francés) en el siglo XIX, quien descubriera que los problemas que acechaban a aquellos hombres se debían a la acumulación de nitrógeno en la sangre, el cual se liberaba en forma de burbujas, y que era el causante de las temidas embolias.

Los resultados a sus investigaciones llego a publicarlos en un libro titulado: La presión barométrica, en el que sentaba las bases de la futura técnica de descompresión; Paul Bert recomendó descompresión lenta para prevenir los síntomas de la Enfermedad de Caisson (descompresíva), aunque no pudo obtener valores cuantitativos.

Las contribuciones de Haldane

La temprana muerte de Paul Bert dejó incompleta su labor, hasta que diez años mas tarde el investigador de origen escocés John Scott Haldane (1860-1936), interesado por los problemas de intoxicación de los mineros por el CO2 y el gas carbónico, comenzó a ocuparse de los efectos del nitrógeno sobre el organismo humano. Partiendo de los trabajos de Paul Bert, puso todo su interés en llegar a la solución del problema.

Entre 1906 y 1908 John Scott Haldane, realizó experimentos con 85 cabras de las que obtuvo algunas de las siguientes conclusiones:

-Los síntomas empezaban a ocurrir cuando la diferencia de presión ambiente era la mitad, por ejemplo para 4 atm (30 mts), a partir de 2 atm, o menos.

-Los síntomas vistos en las cabras eran problemas en las articulaciones de las patas, estas rengueaban aún si tener peso.

Con el resultado de sus investigaciones y las experiencias obtenidas con los buzos de la marina británica, llegó a conclusiones como la de que los buzos que no habían sobrepasado los 12 mts. de profundidad, aun habiendo permanecido bastante tiempo en inmersión, no presentaban síntomas de embolia. Como resultado de esta y otras observaciones, Haldane llego a unas conclusiones en las que trataba de que el buzo liberase todo su N2 antes de llegar a superficie.

El principio del que partió Haldane para el cálculo de sus tablas lo basó en un modelo biofísico adoptado por él en el que consideraba la diferencia de tiempo existente para llegar a la saturación total de los diferentes tejidos del organismo, teniendo en cuenta de que la solubilidad del nitrógeno en los tejidos grasos es aproximadamente cinco veces superior debido a su irrigación sanguínea, motivo por el que tanto el proceso de saturación como el de desaturación es mas lento. Mientras que aquellos que el riego sanguíneo es más intenso, el proceso es más rápido. Por este motivo a los primeros les denominaba <> y a los segundos <>.

Basado en este principio ideó cinco tejidos tipo que aplicó un tiempo determinado de saturación. Efectúo diferentes pruebas con tiempos y presiones, observando como se producía y de que forma la liberación de las burbujas se llevaba a cabo, así pues logró establecer unos valores tabulados que si bien no llegaban a los porcentajes de seguridad actuales dieron entonces unos resultados muy satisfactorios.

Haldane considero que la absorción y eliminación del nitrógeno era un proceso exponencial.

Una absorción progresiva

Mientras se bucea el cuerpo va absorbiendo nitrógeno, el cual se disuelve en los tejidos siguiendo la Ley de Henry (a mayor presión mayor es la cantidad de moléculas de gas que se disuelven en el líquido). Al ascender este nitrógeno debe eliminarse en forma paulatina a través de la respiración sin generar enfermedad (el nitrógeno forma microburbujas no nocivas para el organismo).

Se determinó que si la relación de presiones era de 2:1, el gas se eliminaba sin generar burbujas. El cuerpo humano se consideró formado por distintos tejidos con tiempos de saturación/eliminación diferentes. De esta forma surgieron los modelos matemáticos utilizados para la confección de tablas.

Años después, en 1937 científicos de la U.S. NAVY (USN) marina norteamericana modificaron las tablas de Haldane. Eran las primeras tablas de una manera experimental y que además no contemplaban las inmersiones sucesivas, ya que el propósito y desarrollo estaba pensado solamente para buzos que bajaban a una cierta profundidad, realizaban su trabajo o misión, para más tarde regresar a superficie. La U.S. NAVY estudiaría la forma de construirlas, ya que las necesitaban para los trabajos militares y profesionales que realizaban, y lógicamente querían hacerlos con la mayor seguridad.

Las tablas las adaptaron a los buzos clásicos de entonces empleándolas hasta 90 mts. (10 atm.), utilizando para el cálculo de tejidos de tiempo medio similares a los utilizados por Haldane, ampliados a 80 y 120 minutos, aunque pecaron de exceso de prudencia al limitar la velocidad de ascenso a 7,5 metros/min. La posterior evolución del buceo y el invento de la escafandra autónoma obligó a reconsiderar estos trabajos, de cuyo resultado, en 1958 las tablas fueron revisadas, y consideraron las inmersiones sucesivas. En dichas tablas se articulaban paradas de 3 en 3 metros, con velocidad de ascenso que se aumentó a 18 metros/min.

Estas tablas fueron traducidas al sistema métrico decimal por el G.E.R.S. francés; posteriormente, el profesor italiano Gaspare Aldano, las mejoraría aunque sus estudios fueron dirigidos al buceo de gran profundidad. Otro francés, el comandante Alinat, mejoró éstos trabajos, incorporando por primera vez en las tablas, la casilla en la que introducía el coeficiente de saturación de nitrógeno para inmersiones sucesivas.

Hoy en día las exigencias del buceo a grandes profundidades y para aquellos casos de inmersiones de extrema exposición, han obligado a considerar para el cálculo de éstas tablas, tejidos de medio tiempo de hasta 1000 minutos. Actualmente, se utilizan las tablas de G.E.R.S. y de la marina norteamericana, éstas últimas bastante más completas, que son las adoptadas por nuestra Marina Militar y por algunas organizaciones de buceo.

A partir del resultado y obtención de unas tablas más o menos fidedignas para el buceo, basado como ya se ha explicado anteriormente en la absorción del nitrógeno en los tejidos, unos ingenieros italianos llamados De Sanctis y Alinaris, inventaron un ingenioso aparato, el descompresímetro, que vino a resolver y a simplificar los problemas inherentes a los cálculos de descompresión.

Fuente: Thalassa
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