Treinta especies de escuálidos pueden navegar por aguas pitiusas de tamaños tan distintos como la pequeña lija o el enorme tiburón blanco, o jaquetón
EIVISSA A. PEDRO El técnico de la dirección general de Pesca del Govern y especialista en tiburones Biel Morey aseguró ayer en Eivissa que la mayoría de las treinta especies de tiburones que pueden encontrarse en aguas de Balears y las Pitiüses corren un serio riesgo de extinción debido a la sobrepesca y a las características de su reproducción. Morey habló de los tiburones del Mediterráneo en el marco de la II semana de buceo que se celebra en Eivissa.
Explicó la biología y ecología de los tiburones desde la modesta lija, Scyliorhinus canicula (gató), al enorme tiburón blanco o jaquetón, Carcharodon carcharias, que puede llegar a medir siete metros y pesar más de 1.200 kilos. Sin embargo, el experto llamó la atención sobre la necesidad de arbitrar medidas legales que permitan conservar todas las especies. «Tan tiburón es el arquetipo de los tiburones, el gran blanco, como el gató o una musola», remarcó el científico.
Los tiburones típicos con dientes poderosos y potencialmente peligrosos para el hombre son muy escasos en todo el Mediterráneo y en Balears en particular. «Muchos documentales y películas han creado un mito en torno a la palabra tiburón y se trata de romper este mito y hablar de la realidad, basada en una gran problemática de conservación debido a una presión excesiva de la pesca», remarcó Morey.
En Balears está citada la presencia del tiburón blanco, el protagonista de la película `Tiburón´ que aterrorizó a niños y mayores en 1975. Sin embargo, la última captura se efectuó en Mallorca en 1976, a pesar de que hace años su presencia era más abundante, tal y como testimonia el Arxiduc Lluís Salvador en su obra `Die Balearen´, donde confirma la existencia de jaquetones en aguas de las Pitiüses. El tiburón blanco ama las aguas frías, por lo que evita normalmente las aguas más cálidas de Balears. «Hablar de peligro es sumamente improbable ya que no existe constancia de avistamientos de este animal en verano en nuestras aguas», matizó Morey.
Relativamente abundante son también las tintoreras, también potencialmente peligrosas para el hombre, aunque al vivir en aguas abiertas y profundas es «extremadamente difícil» que entren en contacto con el hombre. Además, añade el experto, en los encuentros con submarinistas estos tiburones «no se han mostrado agresivos en ningún momento». El único ataque que se tiene constancia de un tiburón al hombre fue en Cabrera en 1912.
Fuente: diariodeibiza.es
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