¿Por qué hacen sonidos los delfines?
Un investigador español y una científica paraguaya presentan el estudio europeo más completo y detallado sobre el repertorio de sonidos en la comunicación de los delfines mulares (Tursiops truncatus).
El estudio confirma la complejidad y desconocimiento de la comunicación de estos mamíferos marinos. Hasta ahora la comunidad científica desconocía que los sonidos de los delfines (burst-pulsed sounds) son vitales para su vida social, y por lo visto reflejan su comportamiento como han podido demostrar investigadores del Instituto italiano de Investigación del Delfín Mular, con sede en Cerdeña (Italia).
“Las ráfagas de sonidos pulsátiles en la vida de los delfines mulares y su uso durante la socialización y el mantenimiento del nivel jerárquico evitan el conflicto físico, lo que también supone un ahorro energético importante”, señaló Bruno Díaz, autor principal del estudio, investigador y director del instituto italiano. Los investigadores han llegado a esta conclusión gracias al novedoso trabajo que acaba de presentar: nada más y nada menos que el repertorio europeo más completo de estas ráfagas sonoras y de silbidos recogidos hasta el momento. Lo han podido realizar a través de la técnica de bioacústica recogiendo datos desde 2005 en las aguas de Cerdeña (Italia).
Según los expertos, los sonidos tonales o silbidos (más melódicos) permiten a los delfines mantenerse en contacto entre ellos principalmente entre madre y cría, así como coordinar estrategias de caza. Los sonidos pulsátiles (más complejos y variados que los silbidos) se usan “para evitar llegar a la agresión física en condiciones de alta excitabilidad, cuando compiten por el mismo alimento, por ejemplo”, apunta Díaz.
¿Para qué silban los delfines?
Según Díaz, los delfines mulares emiten sonidos de este tipo aunque más largos durante la depredación y en momentos de alta agresividad: “Son los que se escuchan mejor y durante más tiempo”, y permiten mantener el nivel jerárquico de cada individuo.
Ante la presencia de otros ejemplares que se acercan a la misma presa, los delfines emiten esos sonidos estridentes. El “menos dominante” abandona al poco tiempo para evitar el enfrentamiento. “Lo sorprendente de estos sonidos es que tienen una alta unidireccionalidad, a diferencia de los sonidos humanos. Un delfín puede mandar un sonido a otro ejemplar que supone una competencia y este fácilmente se da por aludido”, declara el científico español.
Fuente: Geo
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