La mar de fondo
Lo que normalmente es conocido como ‘estado de la mar’ se corresponde con las olas generadas por el viento local de la zona y suelen ser cortas, caóticas, y de distintas longitudes de onda que pueden complicar más el panorama al combinarse, superponerse y cruzarse.
El efecto del viento sobre las olas depende lógicamente de la fuerza del viento, pero también del tiempo durante el que este está soplando, y de la distancia sobre la que sopla el viento sin que la ola encuentre ningún obstáculo (distancia muy importante conocida como ‘fetch’). Una costa cercana reducirá el fetch, y en el Atlántico abierto el fetch al no estar limitado por costa alguna durante miles de kilómetros, sólo dependerá de la fuerza del viento producido por una lejana depresión atmosférica.
Las olas propagadas son entonces convertidas en trenes de ondas regulares de gran longitud de onda avanzando en una única dirección, ya que las olas cortas e irregulares son poco a poco atenuadas y eliminadas al propagarse mucho más lentamente. El resultado es lo que conocemos como mar de fondo. Unas ondas perfectamente sinusoidales, regulares, paralelas, de gran longitud y amplitud… y capaces de producir mareo al más experimentado de los marineros.
Fuente: Fondear
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