Un alga invasora tropical amenaza con arrasar el hábitat marino de la Región de Murcia

Expertos alertan de su expansión incontrolada en cuatro zonas costeras de Murcia, donde ya colonizan más de cinco hectáreas.

La globalización es un fenómeno que no sólo afecta a la economía, al comercio o a la industria. También a la naturaleza. Y no suele ser para bueno. Plantas y animales procedentes de otras latitudes del planeta dañan, de modo irreversible en ocasiones, a los seres vivos autóctonos de cada región del globo. Algo similar esta sucediendo en aguas de la Región. Un alga invasora de origen tropical amenaza el hábitat marino del litoral murciano. Se trata de la Caulerpa Racimosa, un alga que durante la última década se ha expandido a lo largo de la costa mediterránea occidental.

El Grupo de Ecología de Fanerógamas Marinas del Centro Oceanográfico de Murcia descubrió en el 2005 que este tipo de alga estaba colonizando ya algunas zonas costeras de la Región. En la actualidad, los científicos alertan de la expansión incontrolada en cuatro zonas de la costa murciana sobre más de cinco hectáreas marinas, según los últimos estudios.

La primera franja localizada fue Cabo Tiñoso, en las zonas conocida como El Muellecico y en El Arco, un punto habitual de inmersión de los centros de buceo de La Azohía y Mazarrón. La superficie colonizada, según apunta el Investigador del Instituto Español de Oceanografía, Juan Manuel Ruiz, se estima cercana a las cuatro hectáreas, «aunque el espacio real es algo mayor. El grado de cobertura es muy elevado, entre el 50 y el 100%, a una profundidad entre los 15 y 30 metros».

La segunda zona colonizada y avistada en agosto del 2006 fue en Isla Grosa de la Manga del Mar Menor. En este caso, a tan sólo tres o cuatro metros de profundidad, explica Ruiz, y con una superficie colonizada de 200 metros cuadrados. Igualmente, en Calblanque también se ha encontrado Caulerpa Racemosa en un área colonizada aproximada de una hectárea y a 30 metros de profundidad.

Ruiz confirma que las posibles consecuencias sobre las praderas de posidonia «se están investigando. Desde el 2004 estamos desarrollando un estudio financiado por la Consejería de Agricultura y Agua en el que realizamos un seguimiento pormenorizado de esta especie», pero por el momento «aún no ha afectado a ninguna pradera».

Explica que esta especie, con el tiempo, forma un denso tapiz sobre el fondo colonizado que impide la difusión de oxígeno al sedimento, volviendo tóxico el ambiente para multitud de especies como es el caso de las algas del maërl, que en la mayoría de los casos se han encontrado muertas.

Entre las especies analizadas por el Centro Oceanográfico de Murcia, la Caulerpa Racemosa es la que presenta tasas más elevadas de crecimiento. Aunque éste es estacional y se produce de forma especial en verano y otoño, es en estas fechas cuando experimenta una evolución de un centímetro diario. Aunque otros investigadores apuntan como causa de su extraordinario crecimiento a que son pocos los animales marinos que se alimentan de estas algas.

Ruiz explica que este es un fenómeno que se esta reproduciendo en todo el Mediterráneo, pero que ahora esta afectando de forma más acusadas a las costas levantinas y próximamente esperan que se extienda hasta el litoral andaluz. «Esto, podríamos decir, sólo es la punta del iceberg; no podemos contabilizar con exactitud los metros cuadrados colonizados por esta alga» apunta Ruiz, ya que tienen preferencia por zonas profundas cercanas a los 60 metros». Por eso admite que «es muy difícil hacernos una idea de lo que nos espera».

Dadas las características biológicas del alga y la dinámica de invasión, los expertos prevén que el proceso de colonización de los fondos de la Región «va a ser rápido, en pocos años y difícil de detener». Por tanto, y dado el escaso conocimiento científico sobre el tema, las acciones de erradicación, según Ruiz, no tienen mucho sentido y los esfuerzos deberían dirigirse a acciones de control y seguimiento.

Fuente: Antonio López en http://www.laverdad.es/