Peligro disfrazado de belleza marina









Un submarinista experimentado, de 47 años, fallece mientras buceaba en la Cova dels Arcs

E.V.P., Dénia Los imponentes acantilados abrazan ignorados secretos lejos de la mirada humana. La grandiosidad del litoral del Poble Nou de Benitatxell esconde numerosos riesgos, tanto en las escarpadas rocas que emergen del mar, como en las grutas que se dibujan en el fondo submarino de la zona. Para los buceadores las inmediaciones de la cala del Moraig se han convertido en parada obligatoria en el mapa del litoral valenciano. Junto a la cueva una prominente y apuntada falla es el indicador de la entrada del Riu Blanc. Es el río subterráneo con más extensión de la península Ibérica, aunque nunca se ha alcanzado su fin. Este símbolo de los amantes del buceo conlleva una trampa mortal para los arriesgados que intentan adentrarse en este espectáculo de la naturaleza.

Los fallecimientos de los aficionados y profesionales en la zona se han continuado durante las últimas décadas por el reconocimiento adquirido del encanto marino del entorno.

El pasado sábado, un experto submarinista de 47 años falleció ahogado mientras exploraba el fondo marino junto a un compañero. Al parecer, el hombre, natural de Torrent se mostró indispuesto cuando estaba en buceando. La persona que se encontraba con él salió a alertar a los socorristas, que con la ayuda de un bombero que se encontraba fuera de servicio se tiraron al agua a por el hombre. El buceador mantenía el pulso cuando fue sacado al exterior y los servicios de Amigos Europeos intentaron reanimarlo, pero cuando el equipo del SAMU llegó a la cala ya no se pudo hacer nada por su vida. Los servicios sanitarios informaron de que la causa del fallecimiento podría deberse a motivos naturales, aunque la autopsia despejará las dudas. El suceso ocurrió sobre las 14 horas.

Este fallecimiento se suma a todo un rosario de muertes por ahogamiento en la zona. Entre las razones de los incidentes se puede destacar que las aguas cristalinas de la playa esconden una gran profundidad a pocos metros de la orilla; las grutas de la Cova dels Arcs revelan trampas para los buceadores y la práctica del submarinismo precisa que la inmersión se realice con un amplio dispositivo de seguridad y con equipos especializados.

Los paneles informativos colocados en la senda que lleva hasta la falla del Moraig describe la zona submarina como una «radiografía de un mundo donde se dan la mano el misterio, la ciencia y el peligro» . Cada fin de semana acuden decenas de buceadores a la cala del Poble Nou para sumergirse en el Mediterráneo, desde cualquier lugar de la península e incluso del extranjero.

Según explicaron expertos ayer, los aficionados que acuden al Moraig pueden elegir entre inmersiones por la zona de la cueva, donde existen grutas, en las que se puede ascender hasta la superficie o optar por la inmersión en el río subterráneo. Ésta opción conlleva un mayor grado de peligro ya que no existen zonas de salida a la superficie y que, por lo tanto, es vital asegurarse las cargas de oxígeno y seguridad para profundizar. Sólo expertos espeleológicos se atreven a introducirse.

Aún así, más de una decena de personas han muerto en estas aguas mientras practicaban submarinismo, según explicaron vecinos de la localidad.

En los años noventa, en un mismo accidente fallecieron en el río tres compañeros y en los años 80, tres investigadores perdieron la vida en la gruta. Juan Palmero, Vicente Alegre y Bernhard Pack dejaron un amplio estudio sobre la costa de Benitatxell y terminaron muriendo mientras exploraban las recónditas galerías.

Actualmente, la zona se mantiene vigilada por los servicios de socorro, aunque el baño o buceo en la cala debe realizarse con total atención.

www.levante-emv.com

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