Barco Esperanza.- Desde las aguas del Golfo de California, Greenpeace reconoció como un acierto la designación del archipiélago Espíritu Santo como Área Natural Protegida (ANP), y llamó a que se tome la misma medida con Bahía de Los Ángeles y otras zonas prioritarias cuya riqueza biológica permanece sin resguardo, pues sólo con una red de reservas marinas se mantendrá la riqueza natural de esta región y se asegurará que continué generando los grandes beneficios económicos que brinda al país.
La demanda de protección para este archipiélago comenzó hace más de dos años por parte de organizaciones locales e internacionales. A esa petición se sumó Greenpeace, que a su paso por el archipiélago, el pasado 21 de noviembre, denunció que los decretos para proteger Espíritu Santo y la Bahía de los Ángeles permanecían retenidos por la Secretaría de Agricultura (Sagarpa). Tres días después, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), José Luis Luege Tamargo, anunció que el Archipiélago de Espíritu Santo era declarado como ANP.
“Este decreto es una excelente noticia. Al contrario de lo que suele pensarse, las Áreas Marinas Protegidas (AMP) generan un beneficio directo para la pesca. Estudios recientes demuestran que pueden ayudar a aumentar la biomasa, es decir, la abundancia y diversidad de las especies. La biomasa promedio puede ser más de cuatro veces mayor dentro de las AMP, en comparación con las áreas cercanas no protegidas. La densidad y el número de especies llega a duplicarse en estas reservas en comparación con áreas no protegidas; en tanto que el tamaño promedio de los individuos también puede ser dos veces mayor. Es decir, la protección de zonas biológicamente importantes permite la recuperación de las poblaciones de especies de interés comercial, lo que beneficia la pesca”, señaló Alejandro Olivera, director de la campaña de océanos de Greenpeace México.
La declaratoria protegerá 48,654 hectáreas del archipiélago Espíritu Santo y el área marina que lo circunda, extensión que incluye una colonia de lobos marinos y un monte submarino llamado “El Bajo” en donde se puede encontrar una gran riqueza biológica representada por una población migratoria de tiburones martillo. El estudio que justificó la ANP fue realizado por la Sociedad de Historia Natural Niparajá.
Greenpeace está promoviendo el establecimiento de una red mundial de reservas marinas que cubra el 40 por ciento de los océanos. De esta manera se pretende mejorar el manejo de los recursos marinos para lograr la sustentabilidad de actividades extractivas y la protección de hábitats importantes.
Asimismo, para el Acuario del Mundo, Greenpeace está proponiendo una red de reservas marinas, herramienta para el manejo de los ecosistemas marinos que pueda traer beneficios a la pesca y a otras actividades como las recreativas.
“Urge la protección del ecosistema marino más importante de México mediante una red de áreas marina protegidas, en cuyo establecimiento participen las comunidades locales”, finalizó Olivera.
- Greenpeace México.
Designación del archipiélago Espíritu Santo como Área Natural Protegida (ANP)
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