Sorpresas en los genes de las esponjas
Los animales primitivos han desaprovechado su potencial genético.
El ancestro común de todos los animales puede parecerse a cierta personita absorbente, amarilla y porosa que vive en una piña debajo del mar. La evidencia está en los genes, no sus pantalones.
Un catálogo genético completo de la esponja Amphimedon queenslandica indica que los primeros animales ya tenían un equipo complejo de herramientas genéticas a su disposición. Un equipo internacional de investigadores informó en el número del 5 de agosto de la revista científica Nature que las esponjas poseen entre 18.000 y 30.000 genes, aproximadamente la misma cantidad que los seres humanos, moscas de la fruta, nematodos y otros animales.
La comparación del mapa genético de la esponja con el de otros animales revela que los genes de la esponja están ordenados de la misma forma que las de otros animales. Los análisis del nuevo estudio también respaldan la idea de que las esponjas son la base de la rama de los animales en el árbol evolutivo, dice April Hill, bióloga de desarrollo evolutivo en la Universidad de Richmond en Virginia, que no participó en el trabajo.
“Eso los hace un grupo bastante importante”, dice Hill.
Recientemente, algunos científicos habían propuesto que las medusas peine, no las esponjas, fueron los primeros animales multicelulares ( SN: 4/5/08, p. 214 ).
Las esponjas no forman ciertos tipos de órganos, tales como músculos, nervios y tejidos epiteliales como la piel o los revestimientos del intestino, que ayudan a formar una barrera con el mundo exterior en los animales más complejos. Sin embargo, las proteínas que las células nerviosas para comunicarse y conectarse entre sí se encuentran codificadas en los genes de las esponjas”, dicen los investigadores. Lo mismo ocurre con las proteínas necesarias para los tejidos epiteliales. Las esponjas tienen también algunos genes que son importantes en otros animales para ayudar al sistema inmunitario a diferenciar a las células que son propias de un animal de las células extrañas.
“Lo que realmente me cautiva es que la mayoría de las familias de genes se desarrollaron entre los organismos unicelulares y los animales”, dice Hill. “Se ve un montón de innovación”.
Una cosa que realmente impactó a los investigadores, dice la autora principal Mansi Srivastava, del Instituto Whitehead en Cambridge, Massachusetts, fue que los genes compartidos entre los humanos, esponjas y otros animales son algunos de los genes muy implicados en el cáncer. “Así que el cáncer es, en realidad, una enfermedad de la multicelularidad”, dice ella. “El cáncer se produce cuando se interfiere con la multicelularidad.”
Srivastava y sus colegas también señalan que las esponjas tienen 705 genes —más que cualquier otro animal— que codifican las quinasas, las proteínas que se unen una molécula de fosfato a otras proteínas. Los investigadores no saben por qué las esponjas tendrán tantas proteínas de estas.
Vía: Axxon
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