¿Como responde el organismo ante una hipoxia?












La defensa: es una sorprendente adaptación circulatoria, una redistribución de flujo sanguíneo para concentrar el O2(oxígeno) utilizable en los tejidos que lo necesitan, se ha logrado identificar estos mecanismos por medios de estudios que se han efectuado durante varios años en animales especializados en pasar un tiempo relativamente largo sin respirar, ej. mamíferos buceadores y aves buceadoras, ej. un pato puede soportar una inmersión de 10 a 20 minutos, una foca 20 minutos o más, una ballena de una o dos hs. (según la especie).

Una teoría decía que tienen una mayor capacidad de almacenamiento de O2 para mantener su metabolismo aeróbico normal, pero esto no era la explicación completa, ya que los pulmones de estos animales no tienen un tamaño mayor que lo normal y el almacenamiento de O2 rara vez alcanza el doble de los animales que no bucean. Ya en la década del 30 se hablaba de la bradicardia de los animales buceadores, la cual podía llegar al 10% de su FC. normal, los animales testeados fueron fundamentalmente: focas, marsopas, hipopótamos, castores, patos, pinguinos, pero también se producían en peces cuando se lo sacaban del agua, y así también en animales no buceadores como perro y el hombre mismo, aunque con una bradicardia menos acentuada que en los buceadores especializados.

Los estudios demostraron que durante una inmersión se interrumpe una parte importante de la circulación períferica, disminuyendo a nivel de los músculos y piel fundamentalmente, y manténiendose normal y a veces aumentada en cerebro y corazón (órganos que peor soportan la hipoxia), permaneciendo la presión arterial (PA) en valores normales. También se comprobó el aumento de los niveles de ácido láctico en músculos pero no en sangre, lo que luego sí iba a aumentar, sólo cuando se mejorara la hipoxia, osea cuando se vuelve a respirar y eso permitiría el paso del ácido láctico a la sangre nuevamente. En atletas de elíte (apneístas) el VO2 (consumo de O2) aumenta más que los grupos testigos, la PETCO2 también (30- 50 Torr.). También se vio una disminución de la sat. de O2 en apneístas que en testigos. Los apneístas de elíte tienen incrementado el metábolistmo aneróbico debido a la existencia del reflejo del buceo (diving reflex) con aumento de 1.2 mM (milimoles) a 6,4 mM de lactato. Por ello también hay una brusca disminución del O2 muscular, mientras que en la sangre está saturada a más de la mitad = disminución de flujo sanguíneo muscular con disminución del metabolismo general = descenso de la temperatura corporal, todo esto ocurre a la inversa en los peces cuando se los extrae del agua.

Esto también se comprobó en los buscadores de perlas, nativos entrenados del norte de Australia, lo que generalmente permanecen sumergidos alrededor de un minuto, apareciendo bradicardia notoria a los 20 minutos, P.A. diastólica disminuída, pero en forma retardada, aparentemente por constricción de los vasos sanguíneos perífericos. Como así también hay un aumento pequeño o nulo de ácido láctico en sangre durante el buceo y un aumento brusco (por lo anteriormente explicado) en el período de recuperación. La suma del aumento de presión intratoráxica y la inmersión de la cara en agua producen también disminución de la FC (frecuencia cardíaca) y vasocontricción períferica. La única diferencia notable en los seres humanos con respecto a los animales es la aparición de arritmias cardíacas patólogicas cuando permanecen más de treinta segundos sumergidos en apnea. Dentro de estas arritmias podemos mencionar las arritmias ectópicas (extrasístoles supraventriculares, taquicardia supraventicular, etc.). Esto suele ocurrir en los primeros diez seg. post-apnea. La posible etiología de estas arritmias, en este corto tiempo y sus significados son discutidos, pero íntimamente están relacionadas y son más frecuentes en la apnea, en inmersiones en aguas frías. Se han observado también trastornos en el ritmo nodal, ritmo idioventricular, batido atrial prematuro y ventricular, también relacionados con la temperatura del agua. En el verano es del 43% y en el invierno del 72%. Este fenómeno de readaptación de la circulación y oxigenación de los tejidos nobles se ha visto en los humanos, sólo con sumergir la cara en un recipiente con agua como dijo Van Slyke alguna vez, ante una situación de stress se mantiene la circulación “corazón - pulmón - cerebro”, a costo de restricción de la circulación en otras zonas del organismo.

EFECTOS DEL AGUA Y TEMPERATURA DEL AIRE AMBIENTAL EN BUCEADORES

Se habían visto reportes contradictorios del efecto de la temperatura del H2O (agua) en la magnitud del resultado de la bradicardia, pero se encontró que el efecto de disminución de los latidos cardÍacos con la cara inmersa en agua fría luego de la exposición del cuerpo a altas temperaturas ambientales era mayor, por ende, se concluyó que la bradicardia resultante de la inmersión de la cara en apnea y en agua fría, es inversamente proporcional a la temperatura ambiente. Sin embargo el intervalo en el cual se produce la respuesta a la estimulación por frío podría estar determinada por la temperatura ambiente antes de la estimulación.

Autor: Dr.Eduardo Raúl Alonso

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