¿Por qué el agua salada no quita la sed?
Aclaremos primero que el agua que bebemos siempre tiene sales disueltas (y son necesarias para nuestro organismo), normalmente menos de mil partes por millón (ppm). Pero consideramos agua salada aquella que tiene una concentración de sales mucho mayor, por ejemplo, el agua marina: entre 10.000 y 35.000 ppm.
Para saber por qué no podemos quitar la sed con el agua del mar, primero hay que entender un fenómeno, la ósmosis. La ósmosis es un proceso químico direccional, y se produce entre dos líquidos separados por una membrana. Este proceso postula que el equilibrio se consigue cuando ambos líquidos tienen la misma concentración, por lo que todos los sistemas osmóticos (líquidos separados por una membrana, como en nuestro cuerpo) tienden a igualar sus concentraciones. Cuando uno de ellos tiene una concentración de iones (por ejemplo, sales) mayor que el otro, el diluyente o disolvente (por ejemplo, agua) del lado con menor concentración de iones se desplaza al de mayor concentración, para diluirlo y reducir su concentración y así llegar al equilibrio químico.
Los riñones crean orina, en la que se disuelve el exceso de sales que son eliminadas al ir al baño. Pero debido a la ósmosis, los riñones sólo pueden generar orina menos salada que el agua que bebemos. Como consecuencia, el cuerpo tiende a orinar todo lo que pueda para eliminar el exceso de sales, pero en lugar de eliminarlas, cada vez tiene más, ya que la orina que consigue es siempre menos salada que la original. Tendría que expulsar más líquido del que se bebe, lo cual es imposible, claro. Por eso el efecto de beber agua salada es, paradójicamente, la deshidratación.
Fuente: El blog de Centinel
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario