Una de las bellezas submarinas mas apreciadas por todos los que se zambullen en las aguas del Caribe son los corales. Es impresionante contemplarlos y nadar cerca de ellos, sus colores, sus formas, cómo los peces pequeños entran y salen de ellos, como se adhieren a las rocas y forman un ecosistema único y maravilloso. Después de bucear o hacer snorkel uno se queda en la playa, contemplando la superficie turquesa, sin creer todavía que bajo ella se esconde ese paraíso multicolor.
Ya os hemos hablado de los corales y de sus necesidades para sobrevivir, necesidades que en el último siglo se han visto afectadas debido a la acción del hombre. La paz absoluta de unos pocos indios y unas pocas balsas se vio primero interrumpida por los galeones y otros barcos de madera allá en la época colonial, pero ahora hay más hombres, mas desechos y mas tecnología que los ponen en peligro.
Desde hace unos cinco años se sabe que el brillo anaranjado que que tienen los corales luminosos del Caribe, los que viven en las aguas más templadas, no es en nada natural y que se debe a una bacteria que se instala en ellos y a cambio los ayuda a convertir en alimento el nitrógeno que está en el agua. La bacteria convierte en amoniaco el nitrógeno y beneficia así al coral que crece en colonias numerosas que, durante el día, resplandecen en el azul turquesa de las aguas.
Bueno, pero el caso es que sí hay bacterias buenas y útiles también hay bacterias malas y se cree que una de ellas, especialmente peligrosa para nuestros coloridos amigos, está en las heces humanas. Este organismo microscópico ataca los corales y les produce una enfermedad que se llama “viruela blanca”: puntitos blancos que destruyen el tejido. Cerca del 95% de los arrecifes que estaban en La Florida han desaparecido ya por ella y según los científicos una de las potenciales causas pueden ser las aguas cloacales que se lanzan al mar.
Puaj… parece que la situación es grave en los Cayos de la Florida porque aquí las heces no reciben ningún tratamiento especial que elimine bacterias y solo pasan por un campo séptico antes de ser arrojadas a las aguas. Si bien no se puede afirmar fehacientemente que nuestros desechos sean los causantes y faltan pruebas, lo cierto es que no debería extrañarnos ya que con nuestra pésima conducta mediambiental todo es posible, ¿no es cierto?
Foto 2: Enciclopedia España
Fuente: Universo marino
Los corales enferman de viruela
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