Descubren huellas fósiles de gusanos marinos gigantes en el Parque Nacional de Cabañeros












Gusanos marinos de un metro de longitud y más de quince centímetros de diámetro, reptaron, hace unos 475 millones de años, por lo que hoy es parte del Parque Nacional de Cabañeros, un área protegida de la provincia de Ciudad Real, en el centro de la Península Ibérica.
Las huellas fósiles de la época ordovícica inferior de la era paleozoica han sido descubiertas por científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Geológico Minero y las universidades de Trás-os-Montes e Alto Douro portuguesa y Complutense madrileña.

La garganta del río Estena se ha convertido en un rico banco de datos para el equipo multidisciplinar que lidera el paleontólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas, Juan Carlos Gutiérrez Marco.
En este espacio natural se encuentra una de las secciones geológicas más completas y representativas de los materiales marinos de la época Ordovícico Inferior (era Peleozoica) del centro de la Península Ibérica que, desde hace varios años, está siendo intensamente estudiada por estos científicos.
Sus intensos trabajos de investigación han aportado novedosos descubrimientos que desde el punto de vista científico revisten gran interés para la Ciencia, como es el caso del hallazgo de galerías de grandes dimensiones, de hasta cinco metros de longitud y 15-20 centímetros de diámetro que fueron excavadas bajo el fondo marino que cubría este territorio hace 475 millones de años.
Las galerías fueron excavadas por organismo desconocidos de cuerpo blando, de los que sólo fosilizaron las huellas de su actividad, detallaba el paleontólogo, Juan Carlos Gutiérrez Marco.

Grande y antiguo
La importancia de este hallazgo reside en que ilustra sobre la presencia de gusanos de tamaño espectacular, “calculamos que los animales que produjeron estas trazas tenían como un metro de longitud y unos quince o veinte centímetros de diámetro, lo que les convierte, junto con su edad aproximada de 475 millones de años, en los más grandes y los más antiguos de registro geológico paleozóico”, decía Gutiérrez Marco.
Desde el punto de vista icnológico, las trazas descubiertas, semejan ser una versión gigante del icnofósil Paleaephycus tubulares, conocido en un amplio rango de edades y localices de todo el mundo y atribuido a poliqueto, pero que rara vez excede de los 20 milímetros de diámetro.
Las huellas descubiertas en Cabañeros, además, son las más antiguas relacionadas con gusanos gigantes, tras el descubrimiento realizado este mismo año en materiales del Pérmico superior (260 millones de años) en el Geoparque English Riviera en Devón, con la diferencia sustancial de que las de Cabañeros se producen en ambiente marino y las de Devón en ambiente de agua dulce.
No obstante, decía Gutiérrez Blanco, en España tenemos otras huellas de gusanos de dimensiones considerables, de 10 metros de largo y 30 centímetros de ancho, concretamente en el jurásico superior de Uheña (Teruel), sin embargo, la de Cabañeros tiene su interés porque son tres veces más antiguas que las del Geoparque Mestrazgo de Teruel.
Las características de las trazas descubiertas, explicaba, es que “se desarrollan en el plano horizontal y a cierta distancia 10-15 centímetros bajo la superficie de lo que hace 475 millones de años fue el fondo marino”.
Aparte de esta horizontalidad de la trazada, paralela al suelo marino, dijo “una característica muy destacable, es que estaban recubiertas de mucus, lo cual, hizo un revestimiento que hizo durar la traza en tanto que se rellenó pasivamente de sedimento”.
A medida que las galerías iban siendo excavadas, el organismo productor fue revistiéndolas de secreciones mucosas, lo que endureció sus paredes y evitó el colapso de las madrigueras que, tras su abandono, se rellenaron pasivamente por un sedimento posterior, facilitando así su preservación.

Molde para estudiar
Con el fin de poder estudiar en mejores condiciones del icnofósil del Parque Nacional de Cabañeros y facilitar su contemplación pública, los investigadores han realizado un molde de las huellas empleando centenares de kilos de siliconas y resinas.
Eluterio Baeza, conservador del Museo Geominero del Instituto Geológico Minero, que dirigió su realización, en la que han colaborado alumnos de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense, señalaba que “se trata de una manera realmente segura de proteger el patrimonio” puesto que la copia perdurará en el tiempo y de ella se podrán obtener tantas réplicas como se quieran.

Carrasco: “Cabañeros tiene un pasado marino importantísimo”

Manuel Carrasco, director del Parque Nacional de Cabañeros, lugar donde se ha realizado el descubrimiento científico, destacaba que este trabajo de investigación ha sido posible gracias a un proyecto financiado por el Organismo Autónomo Parque Nacionales.
Carrasco recordó que “Cabañeros tiene un pasado marino importantísimo, lo que es un recurso al que no estamos dispuesto a renunciar”, sin embargo, aclaró, “lo que sabemos sobre él es relativamente poco y con este tipo de estudios lo que queremos es ir sabiendo más, sacarlo a la luz y ponerlo en valor”.
Como hacerlo, es algo que ya tienen algo más claro en el Parque Nacional, mostrando las reproducciones de los hallazgos en los centros su centros interpretación, donde se pueda tener acceso las réplicas exactas de los icnofósiles.
El gran reto interpretativo, recordó el director del Parque Nacional, será el gran centro de visitante que se está construyendo en Horcajo de los Montes, donde la apuesta por dar a conocer los valores geológicos y el pasado marino de Cabañeros será total.

Aníbal de la Beldad / Cabañeros

Fuente: Lanza digital

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