Arqueología y Espeleobuceo












No es habitual que explorando conductos anegados por el agua se localicen yacimientos arqueológicos. Pero esta vez y gracias indirectamente a los espeleobuceadores que han situado Ojo Guareña en 110 km, se han localizado restos humanos muy arcaicos, quizás de Neandertal, utensilios líticos con apariencia paleolítica y un yacimiento arqueológico del Calcolítico - Edad del Bronce con cerámicas, tizonazos, grabados, inhumaciones e incluso un pendiente.
La Cueva de La Torcona - Villallana se abre en el Sector Resurgencia del Complejo Kárstico de Ojo Guareña (Burgos). En este sector se localizan tres importantes puntos de drenaje: Cueva de La Torcona, El Torcón y el Conjunto Surgente del Km 8. Estos manaderos, unidos con el Sifón Terminal de la Galería del Aburrimiento de Ojo Guareña, forman un eje de 3.090 m por donde los ríos Cueva y Trema discurren subterráneamente hasta resurgir de nuevo al exterior.

En el año 2003, el autor de este blog, que pertenecía por entonces al S.I.E.(Diputación Provincial de Burgos), promueve y coordina un proyecto de exploración de sifones en este complejo subterráneo, inicialmente con la ayuda de los espeleobuceadores de la Comisiónn de Espeleobuceo de la Federación Madrileña de Espeleológica y del Club de Buceo Izurde.
Durante el mes de septiembre de 2003, en el transcurso de las exploraciones de los sifones ubicados en la Cueva de La Torcona, mientras el equipo de apoyo encargado de portear el material por la cavidad y asistir a los espeleobuceadores esperaba a que uno de los buzos emergiese, Fortunato Lázaro y Roberto F. García fueron a revisar y siglar otros sifones que serían objeto de exploración.
La sorpresa fue cuando vieron cómo el nivel del agua del último sifón del eje principal, asignado con la letra "R", había descendido dejando libre el paso. Con ayuda de un pequeño bote neumático avanzaron una decena de metros para desembarcar en una cómoda galería, de la cual exploraron 700m en dirección Este.
A su regreso, en una pequeña marmita, Roberto F. García localiza un fémur, el cual se encontraba en posición vertical.




El hueso fue llevado el Laboratorio de Evolución Humana ( LEH ) del Departamento de Ciencias Históricas y Geografía de la Universidad de Burgos, donde el Profesor de Paleontología José Miguel Carretero compara esté con otros fémures encontrados en yacimientos como el de la Sierra de Atapuerca y manifiesta que se trata, a simple vista, de un resto óseo de morfología primitiva y aspecto muy arcaico.

Más tarde se localizaría, a un par de metros del fémur, atrapado en una grieta, un trozo de tibia. Es muy posible que pudiera encontrarse algún resto más en una poza cercana, aguas abajo, que da acceso a un conducto sumergido, o en otros sifones, pero ésto tendrá que ser verificado por buceadores. También se localizan, en un arenal pegado al hallazgo, pequeñas lascas de sílex ( utensilios líticos) de clara apariencia paleolítica.
Todo un misterio saber la procedencia de estos restos humanos, descartándose, por su buen estado, que pudieran venir de aguas arriba, de la Galería del Aburrimiento ( Ojo Guareña).

El fémur se ha enviado a datar a un laboratorio sueco que, mediante la técnica del Carbono 14, procedimiento que puede llegar a datar restos de hasta una antigüedad de unos 100.000 años, dirá la edad radiocarbónica del fémur y si se trata de restos de un posible Homo Sapiens Antiguo, Neandertal, etc...
La procedencia de los huesos tenía que estar cerca. Un equipo formado por Mª Luz Hernando, Fernando Ausin y Roberto García emprenden la exploración de las galerías cercanas al hallazgo, localizando una nueva entrada vertical, denominada Sima de Villallana. Pero esta cavidad era fruto del hundimiento reciente del terreno de una finca de labor.
Pocos días más tarde, el mismo equipo que había descubierto la Sima de Villallana y con la incorporación de Roberto García Espinosa y Juan Carlos González, descubren la Cámara Sellada, ubicada encima de los restos óseos encontrados y seguramente, el punto de procedencia.



Roberto García Espinosa halla unos huesos de animal en un tramo angosto, mientras Roberto F. García se percata de la existencia de tizonazos, con lo que apagan la luz del carburo para no manchar las paredes.
El angosto paso desemboca en lo que bautizaron como Cámara Sellada, un tramo de galería de 50 m que tuvo salida al exterior, hoy colmatada por bloques.
En la Cámara Sellada se han localizado varias inhumaciones cubiertas con cantos rodados de arenisca, procedentes de los montes del Somo y arrastrados por el cercano río Trema. Multitud de cerámicas se localizan repartidas, tanto en los 50 m de la galería como en una lateral de techo bajo, encontrando en ésta un recipiente con un pequeño orificio, quizás hecho con un punzón.
También se ha encontrado un pendiente metálico, hogares, tizonazos e incluso grabados.

Al día siguiente del descubrimiento de la Cámara Sellada, se desplazaron a la cavidad, con el objeto ver el hallazgo, José Miguel Carretero y la arqueóloga Ana Isabel Ortega y varios miembros del S.I.E.

El 12 de junio de 2004 y por parte de la misma arqueóloga se procede a realizar un levantamiento en superficie de varias cerámicas, huesos y un pendiente metálico. Al parecer, lo encontrado en la Cámara Sellada pudiera pertenecer a una cronología del Calcolítico - Edad del Bronce.

INFORME DEL DESCUBRIMIENTO

Si quieres ver el vídeo

Por Roberto F. García

Fuente: Espeleobuceo en Burgos

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