Aprende un poquito de náutica...
Fuente: todoababor
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Historia del Submarinismo 2. Las aplicaciones bélicas del buceo a pulmón
Las referencias sobre las aplicaciones bélicas de los buceadores son muy numerosas a través de la historia. Estas actividades se desarrollaron de forma generalizada en casi todas las guerras de la antigüedad, y dejaron de emplearse cuando los equipos de buceo hicieron su aparición y el buzo pasó a realizar su trabajo con fines comerciales o industriales.
En vez de guerrear, se dedicó a la construcción de puertos, diques, varaderos, reparaciones de buques a flote, reconocimiento de averías, recuperación de objetos perdidos, salvamentos, etc... Dedicados a esta ingente labor, no vuelven a ser empleados directamente hasta el siglo XX.
Buceadores en la antigüedad
El historiador griego Herodot, en escritos del año 460 a. de C., nos habla de un famoso buzo griego llamado Scyllis y de su hija Cyana, empleados por el rey Xerxes para la recuperación de tesoros en un buque persa hundido. Habiendo terminado su trabajo, Xerxes los retuvo, pero el griego y su hija, durante una tormenta, se lanzaron por la borda y bucearon sembrando el desconcierto en la flota fondeada al cortar sus amarras e irse los buques al garete. Mientras tanto, los dos fugitivos escaparon nadando hasta Artemisus, a nueve millas de distancia, mientras la flota se estrellaba contra los arrecifes.
Por su parte Tucídides (años 460-400 a. de C.) narra la actuación de los buceadores de combate atenienses en el sitio de Siracusa, cuya intervención caracterizó la guerra del Peloponeso.
La Edad Media
En la Edad Media también encontramos noticias sobre el buceo militar. Durante la époc del emperador Carlos I, fray Prudencio narra una acción concreta de tropas españolas en Alemania, venciendo al enemigo con combatientes entrenados en la natación y el buceo que, atravesando el ancho y caudaloso río Elba, tomaron Muhlberg.
Durante las guerras navales del Medievo, los antagonistas formaban cada uno sus equipos de buceadores, y cuando dos de estos equipos se encontraban bajo las aguas el resultados solía ser una lucha dramática y sangrienta. Uno de estos combates, desarrollado entre dos aguas, se produjo durante el sitio de Malta por el visir turco Mustafá Pachá en 1565. Temiendo el ataque, los malteses habían construido una empalizada desde La Sanglea hasta Corradino, inaccesible para los barcos pero no para los buceadores turcos, que emularon el asalto a Siracusa.
Pero Malta también disponía de sus buceadores. Ambos contendientes se encontraron bajo las aguas y esta es la descripción de la lucha: “Un horrible combate se desarrolla bajo las claras aguas del Mediterráneo; cada uno de los combatientes se sostiene aferrado al fondo con una mano, mientras emplea la otra para luchar con el hacha o la espada. La lucha se prolonga durante largos minutos y, al fin, los turcos son obligados a emprender la fuga habiendo perdido la mitad de sus hombres y dejando el campo de batalla a los malteses.”
El buceo militar profesional
Antiguamente, se contrataba a los buzos para campañas determinadas, licenciándoles después y volviéndolos a contratar cuando eran necesarios, lo que provocaba una pérdida considerable de su capacidad operativa al permanecer un tiempo sin entrenamiento alguno.
Se llega así a la segunda mitad del siglo XVIII, cuando en 1782 se produce un hecho trascendental en cuanto a la historia de nuestro buceo militar cuando, en el intento de minar el estrecho de Gibraltar, el general Crillón, responsable de la operación, organizó un grupo de buceadores a pulmón de apoyo que constituyó, sin duda, el primer equipo de buceadores de combate de la Armada Española.
La participación del buceador a pulmón en las operaciones militares o en la pesca es, como ha podido verse, muy importante y antigua en el tiempo. Las referencias documentales y literarias de sus hazañas, a veces increíbles, han perpetuado la historia y la gloria de estos héroes anónimos.
Fuente: Thalassa
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Ley de Boyle y Mariotte
DEFINICIÓN
"En un proceso isotérmico (temperatura constante) el volumen de un gas varía inversamente proporcional a la presión absoluta a la que esta sometido, mientras que la densidad varia proporcionalmente a esta."
Es decir, que cuando aumentamos la presión a un determinado volumen de gas este se reducirá pero aumentará su densidad.
Esto es muy importante, porque explica los cambios de volumen debido la profundidad, es decir, por las variaciones de presión.
LA FORMULA : C = P x V
C = constante
P = presión absoluta
V = volumen
También puede ser formulada de la siguiente forma: P1 x V1 = P1 x V2
P1 = presión inicial
V1 = volumen inicial
P2 = presión final
V2 = volumen final
En nuestros cálculos siempre consideramos que atmósferas, bares y Kg/cm2 es lo mismo aunque realmente no es así, y sus equivalencias son las siguientes:
1 atmósfera = 1,01325 bar = 1,03323 Kg/cm2
APLICACIONES
Sirve para calcular la capacidad de una botella de aire comprimido y de esa forma saber que equipo nos hará falta. También sirve para calcular el consumo instantáneo en una determinada profundidad y así saber el tiempo de inmersión que nos proporciona una botella.
K = Pc x V
K = Capacidad de aire de una botella (litros)
Pc = Presión de carga de la botella ( bar, Kg/cm2, atmósferas)
V = Volumen de la botella (litros)
Ejemplo 1) Calcular la capacidad de una botella de 15 litros cargada a 200 atmósferas.
K= 200 x 15 = 3.000 litros
Ejemplo 2)Calcular la capacidad de una botella de 18 litros cargada a 220 atmósferas.
K = 220 x 18 = 3.960 litros
Ejemplo 3) Calcular que botella/s (cargada/s a 200 bar) nos hará falta en una inmersión que hemos calculado un consumo de 2.400 litros. A) Utilizando la reserva. B) Sin llegar a utilizar la reserva.
V = K
Pc
A) V = 2400 / 200 = 12 litros.
B) V = 2400 / (200-50) = 16 litros.
Ejemplo 4) Calcular el consumo de un buceador a 30 metros de profundidad (4 atmósferas) y que tiene un consumo en superficie (Cs) de 30 litros/minuto.
Cf = Cs x P
Cf = Consumo en el fondo
Cs = Consumo en superficie
P = Presión absoluta
Cf = 30 x 4 = 120 litros/minuto
Fuente: Bucea.org
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Tiburón tigre
Galeocerdo cuvier
Orden: Carcarriniformes
Tan temibles como lo sugiere su nombre, los tiburones tigre son respetados con razón por su agresiva naturaleza y por sus sorprendentes habilidades depredadoras. Bautizados con ese nombre por los patrones en su piel, estos tiburones son por lejos, los miembros más numerosos de su familia inmediata.
Se les puede encontrar comúnmente en aguas tropicales de baja profundidad, aunque también parecen sentirse en casa en estuarios pantanosos, donde cazan prácticamente todo lo que sea comestible y cantidad de cosas que no lo son; botellas de plástico, placas de auto, llantas de goma, botellas de vino y hasta latas vacías han sido encontrados en los estómagos de los tiburones tigre. Sus impresionantes dientes aserrados son usados a menudo para desgarrar pedazos de presas mucho más grandes, incluyendo cadáveres de ballenas y otros mamíferos marinos. Son famosos por su habilidad para consumir incluso criaturas de caparazón duro como las tortugas.
Los tiburones tigre tienen el segundo lugar, después del tiburón blanco, en los ataques perpetrados contra humanos. Su gran tamaño, naturaleza curiosa y sus hábitos de alimentación indiscriminados lo convierten en un serio oponente. Han sido responsables de muchos ataques fatales.
Tamaño máximo: más de 5 mts / 700 kg
Localización: Aguas templadas y tropicales de todo el mundo, excepto en el Mediterráneo. Localizados a menudo en aguas progundas del océano.
Dieta: Moluscos pequeños, crustáceos, peces pequeños y calamares.
Reproducción: Ovovivíparos. Las hembras comúnmente dan a luz entre 30 y 55 crías.
Fuente: Discovery Channel
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Vida en el mar
Aunque nereidas, tritones y monstruos marinos son fruto de la fantasía de los primeros navegantes, las vastas extensiones y profundidades oceánicas aún deparan enigmas y sorpresas, incluso para la ciencia moderna. Sólo se ha estudiado parcialmente una décima parte del mar, aún permanece inexplorada la mayor parte del fondo marino, sobre todo en las zonas abisales.
La oceanografía posee unos conocimientos más amplios sobre los ecosistemas del litoral y las propias costas, las zonas accesibles para los buceadores incluso con técnicas sencillas: arrecifes de coral, manglares, bosques de algas, praderas de hierba marina o zonas intermareales. Pero sólo disponemos de una imagen aproximada de muchas zonas del hábitat marino, por ejemplo, de los organismos de la zona mesopelágica, situada por debajo de la zona donde penetra la luz (zona fótica) y de las profundidades abisales (zona afótica).
Resulta evidente que la biodiversidad en el mar es mucho mayor que en la tierra. De los 33 filos del reino animal, 30 están representados en el mar; la mitad de ellos, de forma exclusiva. Parece ocurrir lo contrario con el número de especies. Hasta ahora se han descrito aproximadamente 1,5 millones de especies terrestres, en su mayoría plantas con flores e insectos, y se estima que puede haber entre cinco y cincuenta millones. Por el contrario, sólo se conocen actualmente unas 250.000 especies marinas y las estimaciones llegan hasta el medio millón. Sin embargo, no sabemos aún qué sorpresas nos puede deparar el fondo marino en las profundidades abisales, prácticamente inexploradas. ¿Tal vez otro millón de especies o incluso diez millones, como suponen algunos expertos?
La mayor parte del ecosistema marino está sumido en la más completa oscuridad. Con una temperatura de 2 °C y un constante incremento de la presión del agua conforme aumenta la profundidad, las condiciones son muy exigentes para la capacidad de adaptación de los organismos. Desde el punto de vista del habitante terrestre, la apariencia de muchos de estos seres marinos resulta extraña y, en algunos casos, incluso aterradora. Pero a pesar de las aparentes condiciones abióticas imperantes, o precisamente debido a las mismas, la naturaleza responde con una sorprendente diversidad de formas, colores y estrategias de supervivencia.
Fuente: Fundación Lighthouse
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