Historia del CBA















El empleo de buceadores en la Armada se remonta a la segunda mitad del siglo XV en que se dotó a los navíos de Buzos que, a pulmón, se ocupaban de reparar las múltiples averías producidas por encalladuras, temporales, vías de agua, etc., y de recuperar anclas, artillería, cargamentos, etc.

En las Ordenanzas del Buen Gobierno de la Armada del Mar Océano de 1.633 ya se contempla la figura del Buzo. Referente a la misión de los buzos, dicen así las citadas Ordenanzas:
“Articulo XV. El buzo tendrá la obligación de hacer todos los reconocimientos que se necesiten debajo del agua, de pasar orinques a las anclas que las hubiesen perdido, y generalmente de practicar cuanto se ofreciera en el agua para el servicio del navío”.
El primer equipo de buceadores de combate constituido como tal, actúa en 1782, minando el estrecho de Gibraltar a nado y al mando del general Grillón.
Las Reales Ordenanzas de Carlos III, también dan realce a la figura del buzo embarcado, citando textualmente:
“Durante el zafarrancho de combate, el buzo permanecerá en la enfermería o se ocupará en el paso de cartuchos de despensa a boca de escotilla, preservando así su persona, mientras no sea necesario emplearlo en función importante de su ejercicio”.
Por Real Decreto del Rey Carlos III de fecha 20 de febrero de 1787, se constituyen las primeras Escuelas de Buzos en cada Departamento Naval y su primer Reglamento. Estas escuelas se pueden consideradas las más antiguas del mundo.
En el año 1.846 llegan a España los primeros equipos de escafandra de procedencia inglesa de la firma Siebe Gorman, y en 1869 se importan de Francia la máquina de buzo de la casa Rouquayrol-Deynaurouze.
Con todos estos modernos equipos de buceo es necesaria una nueva legislación, aprobándose el 20 de julio de 1904 el Reglamento de Buzos.
Al crearse la Escuela de Submarinos de Cartagena, y a propuesta de su director, capitán de corbeta don Mateo García de los Reyes, se crea la escuela de Buzos, aprobada por el rey Don Alfonso XIII en la ley de 24 de Julio de 1922.
Durante la guerra civil, los buzos participan en el salvamento de buques hundidos por la aviación en puertos y aguas poco profundas, destacándose el salvamento y puesta a flote del destructor Císcar en el puerto de El Musel (Gijón). A finalizar la contienda se crea la “Comisión de la Armada para el Salvamento de Buques” que en una gran campaña consiguió salvar y poner a flote 177 buques, totalizaron 160.000 Tons.
Por decreto de 12 de marzo de 1942 se reorganiza el Cuerpo deBuzos y en 1946 se construye una nueva Escuela, en la base de submarinos. En 1.959, la Escuela de Buzos cambia esta denominación por la de Centro de Instrucción de Buceo (C.I.B.), y los buzos de la Armada adoptan como nuevo sistema de buceo, los equipos autónomos de inmersión.
Con el auge del buceo al final de la década de los 60, las instalaciones del C.I.B. se quedan insuficientes, trasladándose el 3 de marzo de 1970 a la Estación Naval de La Algameca a un conjunto de edificios y dependencias que se denomina Centro de Buceo de la Armada.
Por Orden Ministerial núm. 37/70 (D.O. núm. 11), se crea el CENTRO DE BUCEO DE LA ARMADA, bajo la dependencia orgánica de la Agrupación de Adiestramiento a Flote. En el año 1977 se disolvió esta agrupación pasando a depender del Almirante Jefe de Acción Marítima, excepto en lo relativo a instrucción, que depende de la Dirección de Enseñanza Naval.

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